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Pórtico del campanario del Museo Prieuré de MimizanMuseo del priorato de Mimizan|
El patrimonio de Mimizan
Desde su campanario clasificado por la UNESCO hasta las fuentes escondidas en sus callejuelas, Mimizan le invita a un fascinante viaje en el tiempo. Grande o pequeño, cada monumento cuenta un capítulo de nuestra historia: la vida cotidiana de antaño a través de nuestros lavaderos, la espiritualidad en nuestras iglesias, la aventura aeronáutica con nuestro Monument des Ailes… Déjese guiar por este recorrido, donde cada piedra y cada edificio tienen una historia que contar.
Una historia de resina y hombres, cuando los pinos nos contaron su historia...Fabricación de piedras preciosas en Mimizan
GemmageUn orfebre trabajando en el bosque de Mimizan, años 50
¿Sabía que los pinos de las Landas fueron en otro tiempo verdaderas minas de oro líquido? El gemmeur, técnica ancestral de extracción de la resina, ha proporcionado un medio de vida a generaciones de habitantes de Mimizan y ha modelado nuestro paisaje.
Un buen «gemmeur» puede cuidar de 2.000 a 3.000 pinos por temporada. Toda una proeza si se tiene en cuenta que cada árbol debía ser visitado cada 5 u 8 días.
En el bosque de Mimizan, las «ollas» colgadas de los pinos recogían pacientemente la resina. Los «gemmeurs», verdaderos artesanos del bosque, practicaban su arte con herramientas especializadas: el«hapchot» para las muescas, la«paleta» para guiar la resina ylos «pousse-crampons» para fijar las vasijas.
Una vez procesada, la resina se destinaba a usos muy diversos, como la fabricación de trementina, colofonia e incluso tintas de imprenta. En torno a esta actividad se desarrolló una verdadera economía local, que enorgullece a nuestra región. Hoy en día, aunque los «pines gemmées» (pinos destinados a la fabricación de gemas) ya no se explotan, su recuerdo permanece vivo en nuestra memoria colectiva. Las huellas de estos cortes en los viejos pinos son como cicatrices que cuentan la historia de nuestro bosque y de los hombres que trabajaron en él.
Esta actividad, que cesó en los años setenta, sigue siendo un poderoso símbolo de nuestro patrimonio industrial y cultural. Nos recuerda el ingenio de nuestros antepasados y su capacidad para vivir en armonía con el bosque de las Landas.
El vocabulario del gemmeur
«Carre» (la muesca), «Barras» (la resina solidificada), «Gemmeur» (el resinero)… Un vocabulario que atestigua la riqueza de este patrimonio local.
